Feeds:
Entradas
Comentarios

Posts Tagged ‘niños’

Sólo por hoy, no te enojes

segundo ppo reiki¿Cuándo fue la última vez que sonreíste? El enojo es como una gran tela de araña que nos atrapa, cuanto más luchamos más nos enredamos: me enfado por lo que sea que ha causado el malestar y luego me enfado por estar enfadado, o no disfruto de algo bueno porque aún sigo enfadado…¿Hay algo más absurdo? Volvamos por un momento los ojos a los grandes maestros de nuestro día a día: los niños. Se enfadan, y ¿cuánto les dura el enfado? Siguen con otra cosa y son capaces de pasar en un segundo del enfado a la risa más contagiosa. ¡No se enganchan en las emociones! Sin embargo los adultos nos caracterizamos por largos periodos emocionales, pero curiosamente sólo si son destructivos. Si tengo miedo, dura días, a veces incluso una vida completa; si estoy enfadado, lo estoy por largo rato pase lo que pase, incluso días, a veces hay quien vive directamente enfadado; pero si estoy feliz, dura solo un momento, enseguida volvemos al miedo o al enfado o a la desesperanza…”lo bueno dura poco”.

La ira refleja nuestro miedo. Cuando nos enfadamos, realmente lo que estamos ocultando es miedo. Miedo a perder, a que no me quieran, a bajar de estatus, a ser agredido…Y hemos acumulado tanto miedo a nivel social y familiar, que nos parece normal estar enfadados, no lo cuestionamos, simplemente “¡estoy defendiéndome!, ¡cómo voy a permitir esto, qué se ha creído!, tengo derecho a estar enfadado”.

El miedo nos paraliza, por eso creamos una respuesta dinámica para superarlo y poder defendernos: la ira. Pero la ira ciega, pues es una respuesta creada con mucha energía para superar una parálisis, por lo que lleva mucho movimiento. La ira es una respuesta desmesurada que nos hace gastar mucha energía vital y, en la mayoría de los casos, nos lleva a actuar de forma que, cuando “nos enfriamos”, lamentamos, pues reconocemos el exceso. La ira nos desgasta, nos enferma y nos aísla. ¿Qué hacer? Aprender a responder en la justa medida de las circunstancias.

La empatía es una buena herramienta para contrarrestar la ira. Cuando nos ponemos en la piel del otro es más fácil comprender por qué actúa del modo que lo hace. Esto no significa que justifiquemos su comportamiento o que nos vayamos de copas, pero nos permite mantener la distancia justa, tanto física como emocional, para actuar con la medida adecuada. Comprender que todos nos equivocamos en algún momento, que no siempre estamos capacitados para dar la mejor respuesta, que a veces simplemente no sabemos que hacer y lo enredamos todo… es importante para no enojarnos. Puede que no nos guste, pero no nos enoja. Y si mantenemos la calma, somos capaces de buscar soluciones sin dejarnos la piel ni la salud en el intento. Se amable, siempre. Aunque creas que sí, realmente no sabes cómo actuarías tú si estuvieras viviendo su circunstancia. Cada experiencia es una enseñanza. Extrae la moraleja, al final siempre se trata de lo mismo: aprender a amar y a confiar en que todo cuanto ocurre es coherente con el orden del Universo.

La ira ciega, El amor sana.

Sólo por hoy, Sonríe.

cartel reiki

Read Full Post »